domingo, 25 de abril de 2010

Nos hemos mudado

Estimados visitantes de nuestro blog: les informamos la Agrupación "Vecinos de Saavedra por la Ecología" ha cambiado su denominación a Agrupación "Vecinos por la Ecología".
En consecuencia el nuevo blog será:
http://www.vecinosporlaecologia.blogspot.com/
y el correo será: vecinosporlaecologia@yahoo.com.ar
De todos modos este blog seguirá en funcionamiento hasta el 31 de diciembre de 2010.

sábado, 24 de abril de 2010

Conferencia Mundial de los pueblos sobre Cambio Climático y Derechos de la Madre Tierra

Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra
22 de Abril Cochabamba, Bolivia

ACUERDO DE LOS PUEBLOS

Hoy, nuestra Madre Tierra está herida y el futuro de la humanidad está en peligro.

De incrementarse el calentamiento global en más de 2º C, a lo que nos conduciría el llamado “Entendimiento de Copenhague” existe el 50% de probabilidades de que los daños provocados a nuestra Madre Tierra sean totalmente irreversibles. Entre un 20% y un 30% de las especies estaría en peligro de desaparecer. Grandes extensiones de bosques serían afectadas, las sequías e inundaciones afectarían diferentes regiones del planeta, se extenderían los desiertos y se agravaría el derretimiento de los polos y los glaciares en los Andes y los Himalayas. Muchos Estados insulares desaparecerían y el África sufriría un incremento de la temperatura de más de 3º C. Así mismo, se reduciría la producción de alimentos en el mundo con efectos catastróficos para la supervivencia de los habitantes de vastas regiones del planeta, y se incrementaría de forma dramática el número de hambrientos en el mundo, que ya sobrepasa la cifra de 1.020 millones de personas.

Las corporaciones y los gobiernos de los países denominados “más desarrollados”, en complicidad con un segmento de la comunidad científica, nos ponen a discutir el cambio climático como un problema reducido a la elevación de la temperatura sin cuestionar la causa que es el sistema capitalista.

Confrontamos la crisis terminal del modelo civilizatorio patriarcal basado en el sometimiento y destrucción de seres humanos y naturaleza que se aceleró con la revolución industrial.

El sistema capitalista nos ha impuesto una lógica de competencia, progreso y crecimiento ilimitado. Este régimen de producción y consumo busca la ganancia sin límites, separando al ser humano de la naturaleza, estableciendo una lógica de dominación sobre ésta, convirtiendo todo en mercancía: el agua, la tierra, el genoma humano, las culturas ancestrales, la biodiversidad, la justicia, la ética, los derechos de los pueblos, la muerte y la vida misma.

Bajo el capitalismo, la Madre Tierra se convierte en fuente sólo de materias primas y los seres humanos en medios de producción y consumidores, en personas que valen por lo que tienen y no por lo que son.

El capitalismo requiere una potente industria militar para su proceso de acumulación y el control de territorios y recursos naturales, reprimiendo la resistencia de los pueblos. Se trata de un sistema imperialista de colonización del planeta.

La humanidad está frente a una gran disyuntiva: continuar por el camino del capitalismo, la depredación y la muerte, o emprender el camino de la armonía con la naturaleza y el respeto a la vida.

Requerimos forjar un nuevo sistema que restablezca la armonía con la naturaleza y entre los seres humanos. Sólo puede haber equilibrio con la naturaleza si hay equidad entre los seres humanos.

Planteamos a los pueblos del mundo la recuperación, revalorización y fortalecimiento de los conocimientos, sabidurías y prácticas ancestrales de los Pueblos Indígenas, afirmados en la vivencia y propuesta de “Vivir Bien”, reconociendo a la Madre Tierra como un ser vivo, con el cual tenemos una relación indivisible, interdependiente, complementaria y espiritual.

Para enfrentar el cambio climático debemos reconocer a la Madre Tierra como la fuente de la vida y forjar un nuevo sistema basado en los principios de:
• armonía y equilibrio entre todos y con todo
• complementariedad, solidaridad, y equidad
• bienestar colectivo y satisfacción de las necesidades fundamentales de todos en armonía con la Madre Tierra
• respeto a los Derechos de la Madre Tierra y a los Derechos Humanos
• reconocimiento del ser humano por lo que es y no por lo que tiene
• eliminación de toda forma de colonialismo, imperialismo e intervencionismo
• paz entre los pueblos y con la Madre Tierra.

El modelo que propugnamos no es de desarrollo destructivo ni ilimitado. Los países necesitan producir bienes y servicios para satisfacer las necesidades fundamentales de su población, pero de ninguna manera pueden continuar por este camino de desarrollo en el cual los países más ricos tienen una huella ecológica 5 veces más grande de lo que el planeta es capaz de soportar. En la actualidad ya se ha excedido en más de un 30% la capacidad del planeta para regenerarse. A este ritmo de sobreexplotación de nuestra Madre Tierra se necesitarían 2 planetas para el 2030.

En un sistema interdependiente del cual los seres humanos somos uno de sus componentes no es posible reconocer derechos solamente a la parte humana sin provocar un desequilibrio en todo el sistema. Para garantizar los derechos humanos y restablecer la armonía con la naturaleza es necesario reconocer y aplicar efectivamente los derechos de la Madre Tierra.

Para ello proponemos el proyecto adjunto de Declaración Universal de Derechos de la Madre Tierra en el cual se consignan:
• Derecho a la vida y a existir;
• Derecho a ser respetada;
• Derecho a la continuación de sus ciclos y procesos vitales libre de alteraciones humanas;
• Derecho a mantener su identidad e integridad como seres diferenciados, auto-regulados e interrelacionados;
• Derecho al agua como fuente de vida;
• Derecho al aire limpio;
• Derecho a la salud integral;
• Derecho a estar libre de la contaminación y polución, de desechos tóxicos y radioactivos;
• Derecho a no ser alterada genéticamente y modificada en su estructura amenazando su integridad o funcionamiento vital y saludable.
• Derecho a una restauración plena y pronta por las violaciones a los derechos reconocidos en esta Declaración causados por las actividades humanas.

La visión compartida es estabilizar las concentraciones de gases de efecto invernadero para hacer efectivo el Artículo 2 de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático que determina “la estabilización de las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera a un nivel que impida interferencias antropogénicas peligrosas para el sistema climático”. Nuestra visión es, sobre la base del principio de las responsabilidades históricas comunes pero diferenciadas, exigir que los países desarrollados se comprometan con metas cuantificadas de reducción de emisiones que permitan retornar las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera a 300 ppm y así, limitar el incremento de la temperatura media global a un nivel máximo de 1°C.

Enfatizando la necesidad de acción urgente para lograr esta visión, y con el apoyo de los pueblos, movimientos y países, los países desarrollados deberán comprometerse con metas ambiciosas de reducción de emisiones que permitan alcanzar objetivos a corto plazo, manteniendo nuestra visión a favor del equilibrio del sistema climático de la Tierra, de acuerdo al objetivo último de la Convención.

La “visión compartida” para la “Acción Cooperativa a Largo Plazo” no debe reducirse en la negociación de cambio climático a definir el límite en el incremento de la temperatura y la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera, sino que debe comprender de manera integral y equilibrada un conjunto de medidas financieras, tecnológicas, de adaptación, de desarrollo de capacidades, de patrones de producción, consumo y otras esenciales como el reconocimiento de los derechos de la Madre Tierra para restablecer la armonía con la naturaleza.

Los países desarrollados, principales causantes del cambio climático, asumiendo su responsabilidad histórica y actual, deben reconocer y honrar su deuda climática en todas sus dimensiones, como base para una solución justa, efectiva y científica al cambio climático. En este marco exigimos a los países desarrollados que:

• Restablezcan a los países en desarrollo el espacio atmosférico que está ocupado por sus emisiones de gases de efecto invernadero. Esto implica la descolonización de la atmósfera mediante la reducción y absorción de sus emisiones.

• Asuman los costos y las necesidades de transferencia de tecnología de los países en desarrollo por la pérdida de oportunidades de desarrollo por vivir en un espacio atmosférico restringido.

• Se hagan responsables por los cientos de millones que tendrán que migrar por el cambio climático que han provocado y que eliminen sus políticas restrictivas de migración y ofrezcan a los migrantes una vida digna y con todos los derechos en sus países.

• Asuman la deuda de adaptación relacionadas a los impactos del cambio climático en los países en desarrollo proveyendo los medios para prevenir, minimizar y atender los daños que surgen de sus excesivas emisiones.

• Honren estas deudas como parte de una deuda mayor con la Madre Tierra adoptando y aplicando la Declaración Universal de los Derechos de la Madre Tierra en las Naciones Unidas.

El enfoque debe ser no solamente de compensación económica, sino principalmente de justicia restaurativa – es decir restituyendo la integridad a las personas y a los miembros que forman una comunidad de vida en la Tierra.

Deploramos el intento de un grupo de países de anular el Protocolo de Kioto el único instrumento legalmente vinculante específico para la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero de los países desarrollados.

Advertimos al mundo que no obstante estar obligados legalmente las emisiones de los países desarrollados en lugar de reducir, crecieron en un 11,2% entre 1990 y 2007.

Estados Unidos a causa del consumo ilimitado aumentó sus emisiones de GEI en 16,8% durante el periodo 1990 al 2007, emitiendo como promedio entre 20 y 23 toneladas anuales de CO2 por habitante, lo que representa más de 9 veces las emisiones correspondientes a un habitante promedio del Tercer Mundo, y más de 20 veces las emisiones de un habitante de África Subsahariana.

Rechazamos de manera absoluta el ilegitimo “Entendimiento de Copenhague”, que permite a estos países desarrollados ofertar reducciones insuficientes de gases de efecto invernadero, basadas en compromisos voluntarios e individuales, que violan la integridad ambiental de la Madre Tierra conduciéndonos a un aumento de alrededor de 4ºC.

La próxima Conferencia sobre Cambio Climático a realizarse a fines de año en México debe aprobar la enmienda al Protocolo de Kioto, para el segundo período de compromisos a iniciarse en 2013 a 2017 en el cual los países desarrollados deben comprometer reducciones domésticas significativas de al menos el 50% respecto al año base de 1990 sin incluir mercados de carbono u otros sistemas de desviación que enmascaran el incumplimiento de las reducciones reales de emisiones de gases de efecto invernadero.

Requerimos establecer primero una meta para el conjunto de los países desarrollados para luego realizar la asignación individual para cada país desarrollado en el marco de una comparación de esfuerzos entre cada uno de ellos, manteniendo así el sistema del Protocolo de Kioto para las reducciones de las emisiones.

Los Estados Unidos de América, en su carácter de único país de la Tierra del Anexo 1 que no ratificó el Protocolo de Kioto tiene una responsabilidad significativa ante todos los pueblos del mundo por cuanto debe ratificar el Protocolo de Kioto y comprometerse a respetar y dar cumplimiento a los objetivos de reducción de emisiones a escala de toda su economía.

Los pueblos tenemos los mismos derechos de protección ante los impactos del cambio climático y rechazamos la noción de adaptación al cambio climático entendida como la resignación a los impactos provocados por las emisiones históricas de los países desarrollados, quienes deben adaptar sus estilos de vida y de consumo ante esta emergencia planetaria. Nos vemos forzados a enfrentar los impactos del cambio climático, considerando la adaptación como un proceso y no como una imposición, y además como herramienta que sirva para contrarrestarlos, demostrando que es posible vivir en armonía bajo un modelo de vida distinto.

Es necesario construir un Fondo de Adaptación, como un fondo exclusivo para enfrentar el cambio climático como parte de un mecanismo financiero manejado y conducido de manera soberana, transparente y equitativa por nuestros Estados. Bajo este Fondo se debe valorar: los impactos y sus costos en países en desarrollo y las necesidades que estos impactos deriven, y registrar y monitorear el apoyo por parte de países desarrollados. Éste debe manejar además un mecanismo para el resarcimiento por daños por impactos ocurridos y futuros, por pérdida de oportunidades y la reposición por eventos climáticos extremos y graduales, y costos adicionales que podrían presentarse si nuestro planeta sobrepasa los umbrales ecológicos así como aquellos impactos que están frenando el derecho a Vivir Bien.

El “Entendimiento de Copenhague” impuesto sobre los países en desarrollo por algunos Estados, más allá de ofertar recursos insuficientes, pretende en si mismo dividir y enfrentar a los pueblos y pretende extorsionar a los países en desarrollo condicionando el acceso a recursos de adaptación a cambio de medidas de mitigación. Adicionalmente se establece como inaceptable que en los procesos de negociación internacional se intente categorizar a los países en desarrollo por su vulnerabilidad al cambio climático, generando disputas, desigualdades y segregaciones entre ellos.

El inmenso desafío que enfrentamos como humanidad para detener el calentamiento global y enfriar el planeta sólo se logrará llevando adelante una profunda transformación en la agricultura hacia un modelo sustentable de producción agrícola campesino e indígena/originario, y otros modelos y prácticas ancestrales ecológicas que contribuyan a solucionar el problema del cambio climático y aseguren la Soberanía Alimentaria, entendida como el derecho de los pueblos a controlar sus propias semillas, tierras, agua y la producción de alimentos, garantizando, a través de una producción en armonía con la Madre Tierra, local y culturalmente apropiada, el acceso de los pueblos a alimentos suficientes, variados y nutritivos en complementación con la Madre Tierra y profundizando la producción autónoma (participativa, comunitaria y compartida) de cada nación y pueblo.

El Cambio Climático ya está produciendo profundos impactos sobre la agricultura y los modos de vida de los pueblos indígenas/originarios y campesinos del mundo y estos impactos se irán agravando en el futuro.

El agro negocio a través de su modelo social, económico y cultural de producción capitalista globalizada y su lógica de producción de alimentos para el mercado y no para cumplir con el derecho a la alimentación, es una de las causas principales del cambio climático. Sus herramientas tecnológicas, comerciales y políticas no hacen más que profundizar la crisis climática e incrementar el hambre en el planeta. Por esta razón rechazamos los Tratados de Libre Comercio y Acuerdos de Asociación y toda forma de aplicación de los Derechos de Propiedad Intelectual sobre la vida, los paquetes tecnológicos actuales (agroquímicos, transgénicos) y aquellos que se ofrecen como falsas soluciones (agrocombustibles, geoingeniería, nanotecnología, tecnología Terminator y similares) que únicamente agudizarán la crisis actual.

Al mismo tiempo denunciamos como este modelo capitalista impone megaproyectos de infraestructura, invade territorios con proyectos extractivistas, privatiza y mercantiliza el agua y militariza los territorios expulsando a los pueblos indígenas y campesinos de sus territorios, impidiendo la Soberanía Alimentaria y profundizando la crisis socioambiental.

Exigimos reconocer el derecho de todos los pueblos, los seres vivos y la Madre Tierra a acceder y gozar del agua y apoyamos la propuesta del Gobierno de Bolivia para reconocer al agua como un Derecho Humano Fundamental.

La definición de bosque utilizada en las negociaciones de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, la cual incluye plantaciones, es inaceptable. Los monocultivos no son bosques. Por lo tanto, exigimos una definición para fines de negociación que reconozca los bosques nativos y la selva y la diversidad de los ecosistemas de la tierra.

La Declaración de la ONU sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas debe ser plenamente reconocida, implementada e integrada en las negociaciones de cambio climático. La mejor estrategia y acción para evitar la deforestación y degradación y proteger los bosques nativos y la selva es reconocer y garantizar los derechos colectivos de las tierras y territorios considerando especialmente que la mayoría de los bosques y selvas están en los territorios de pueblos y naciones indígenas, comunidades campesinas y tradicionales.

Condenamos los mecanismos de mercado, como el mecanismo de REDD (Reducción de emisiones por la deforestación y degradación de bosques) y sus versiones + y ++, que está violando la soberanía de los Pueblos y su derecho al consentimiento libre, previo e informado, así como a la soberanía de Estados nacionales, y viola los derechos, usos y costumbres de los Pueblos y los Derechos de la Naturaleza.

Los países contaminadores están obligados a transferir de manera directa los recursos económicos y tecnológicos para pagar la restauración y mantenimiento de los bosques y selvas, en favor de los pueblos y estructuras orgánicas ancestrales indígenas, originarias, campesinas. Esto deberá ser una compensación directa y adicional a las fuentes de financiamiento comprometidas por los países desarrollados, fuera del mercado de carbono y nunca sirviendo como las compensaciones de carbono (offsets). Demandamos a los países a detener las iniciativas locales en bosques y selvas basados en mecanismos de mercado y que proponen resultados inexistentes y condicionados. Exigimos a los gobiernos un programa mundial de restauración de bosques nativos y selvas, dirigido y administrado por los pueblos, implementando semillas forestales, frutales y de flora autóctona. Los gobiernos deben eliminar las concesiones forestales y apoyar la conservación del petróleo bajo la tierra y que se detenga urgentemente la explotación de hidrocarburos en las selvas.

Exigimos a los Estados que reconozcan, respeten y garanticen la efectiva aplicación de los estándares internacionales de derechos humanos y los derechos de los Pueblos Indígenas, en particular la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, el Convenio 169 de la OIT, entre otros instrumentos pertinentes, en el marco de las negociaciones, políticas y medidas para resolver los desafíos planteados por el cambio climático. En especial, demandamos a los Estados a que reconozcan jurídicamente la preexistencia del derecho sobre nuestros territorios, tierras y recursos naturales para posibilitar y fortalecer nuestras formas tradicionales de vida y contribuir efectivamente a la solución del cambio climático.

Demandamos la plena y efectiva aplicación del derecho a la consulta, la participación y el consentimiento previo, libre e informado de los Pueblos Indígenas en todos los procesos de negociación así como en el diseño e implementación de las medidas relativas al cambio climático.

En la actualidad la degradación medioambiental y el cambio climático alcanzarán niveles críticos, siendo una de las principales consecuencias la migración interna así como internacional. Según algunas proyecciones en 1995 existían alrededor de 25 millones de migrantes climáticos, al presente se estima en 50 millones y las proyecciones para el año 2050 son de 200 a 1000 millones de personas que serán desplazadas por situaciones derivadas del cambio climático.

Los países desarrollados deben asumir la responsabilidad sobre los migrantes climáticos, acogiéndolos en sus territorios y reconociendo sus derechos fundamentales, a través de la firma de convenios internacionales que contemplen la definición de migrante climático para que todos los Estados acaten sus determinaciones.

Constituir un Tribunal Internacional de Conciencia para denunciar, hacer visible, documentar, juzgar y sancionar las violaciones de los derechos de los(s) migrantes, refugiados(as) y desplazados en los países de origen, tránsito y destino, identificando claramente las responsabilidades de los Estados, compañías y otros actores.


El financiamiento actual destinado a los países en desarrollo para cambio climático y la propuesta del Entendimiento de Copenhague son ínfimos. Los países desarrollados deben comprometer un financiamiento anual nuevo, adicional a la Ayuda Oficial al Desarrollo y de fuente pública, de al menos 6% de su PIB para enfrentar el cambio climático en los países en desarrollo. Esto es viable tomando en cuenta que gastan un monto similar en defensa nacional y destinaron 5 veces más para rescatar bancos y especuladores en quiebra, lo que cuestiona seriamente sus prioridades mundiales y su voluntad política. Este financiamiento debe ser directo, sin condicionamiento y no vulnerar la soberanía nacional ni la autodeterminación de las comunidades y grupos más afectados.

En vista de la ineficiencia del mecanismo actual, en la Conferencia de México se debe establecer un nuevo mecanismo de financiamiento que funcione bajo la autoridad de la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre cambio Climático rindiendo cuentas a la misma, con una representación significativa de los países en desarrollo para garantizar el cumplimiento de los compromisos de financiamiento de los países Anexo 1.

Se ha constatado que los países desarrollados incrementaron sus emisiones en el periodo 1990 – 2007, no obstante haber manifestado que la reducción se vería sustancialmente coadyuvada con mecanismos de mercado.

El mercado de carbono se ha transformado en un negocio lucrativo, mercantilizando nuestra Madre Tierra, esto no representa una alternativa para afrontar el cambio climático, puesto que saquea, devasta la tierra, el agua e incluso la vida misma.

La reciente crisis financiera ha demostrado que el mercado es incapaz de regular el sistema financiero, que es frágil e inseguro ante la especulación y la aparición de agentes intermediarios, por lo tanto, sería una total irresponsabilidad dejar en sus manos el cuidado y protección de la propia existencia humana y de nuestra Madre Tierra.

Consideramos inadmisible que las negociaciones en curso pretendan la creación de nuevos mecanismos que amplíen y promuevan el mercado de carbono toda vez que los mecanismos existentes nunca resolvieron el problema del Cambio Climático ni se transformaron en acciones reales y directas en la reducción de gases de efecto invernadero.

Es imprescindible exigir el cumplimento de los compromisos asumidos por los países desarrollados en la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático respecto al desarrollo y transferencia de tecnología, así como rechazar la “vitrina tecnológica” propuesta por países desarrollados que solamente comercializan la tecnología. Es fundamental establecer los lineamientos para crear un mecanismo multilateral y multidisciplinario para el control participativo, la gestión y la evaluación continua del intercambio de tecnologías. Estas tecnologías deben ser útiles, limpias, y socialmente adecuadas. De igual manera es fundamental el establecimiento de un fondo de financiamiento e inventario de tecnologías apropiadas y liberadas de derechos de propiedad intelectual, en particular, de patentes que deben pasar de monopolios privados a ser de dominio público, de libre accesibilidad y bajo costo.

El conocimiento es universal, y por ningún motivo puede ser objeto de propiedad privada y de utilización privativa, como tampoco sus aplicaciones en forma de tecnologías. Es deber de los países desarrollados compartir su tecnología con países en desarrollo, crear centros de investigación para la creación de tecnologías e innovaciones propias, así como defender e impulsar su desarrollo y aplicación para el vivir bien. El mundo debe recuperar, aprender, reaprender los principios y enfoques del legado ancestral de sus pueblos originarios para detener la destrucción del planeta, así como los conocimientos y prácticas ancestrales y recuperación de la espiritualidad en la reinserción del vivir bien juntamente con la Madre Tierra.

Considerando la falta de voluntad política de los países desarrollados para cumplir de manera efectiva sus compromisos y obligaciones asumidos en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático y el Protocolo de Kioto, y frente a la inexistencia de una instancia legal internacional que prevenga y sancione todos aquellos delitos y crímenes climáticos y ambientales que atenten contra los derechos de la Madre Tierra y la humanidad, demandamos la creación de un Tribunal Internacional de Justicia Climática y Ambiental que tenga la capacidad jurídica vinculante de prevenir, juzgar y sancionar a los Estados, las Empresas y personas que por acción u omisión contaminen y provoquen el cambio climático.

Respaldar a los Estados que presenten demandas en la Corte Internacional de Justicia contra los países desarrollados que no cumplen con sus compromisos bajo la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático y el Protocolo de Kioto incluyendo sus compromisos de reducción de gases de efecto invernadero.

Instamos a los pueblos a proponer y promover una profunda reforma de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), para que todos sus Estados miembros cumplan las decisiones del Tribunal Internacional de Justicia Climática y Ambiental.

El futuro de la humanidad está en peligro y no podemos aceptar que un grupo de gobernantes de países desarrollados quieran definir por todos los países como lo intentaron hacer infructuosamente en la Conferencia de las Partes de Copenhague. Esta decisión nos compete a todos los pueblos. Por eso es necesaria la realización de un Referéndum Mundial, plebiscito o consulta popular, sobre el cambio Climático en el cuál todos seamos consultados sobre: el nivel de reducciones de emisiones que deben hacer los países desarrollados y las empresas transnacionales; el financiamiento que deben proveer los países desarrollados; la creación de un Tribunal Internacional de Justicia Climática; la necesidad de una Declaración Universal de Derechos de la Madre Tierra y; la necesidad de cambiar el actual sistema capitalista.

El proceso del Referéndum Mundial, plebiscito o consulta popular será fruto de un proceso de preparación que asegure el desarrollo exitoso del mismo.

Con el fin de coordinar nuestro accionar internacional e implementar los resultados del presente “Acuerdo de los Pueblos” llamamos a construir un Movimiento Mundial de los Pueblos por la Madre Tierra que se basará en los principios de complementariedad y respeto a la diversidad de origen y visiones de sus integrantes, constituyéndose en un espacio amplio y democrático de coordinación y articulación de acciones a nivel mundial.

Con tal propósito, adoptamos el plan de acción mundial adjunto para que en México los países desarrollados del Anexo 1 respeten el marco legal vigente y reduzcan sus emisiones de gases de efecto invernadero en un 50 % y se asuman las diferentes propuestas contenidas en este Acuerdo.

Finalmente, acordamos realizar la 2ª Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra en el 2011 como parte de este proceso de construcción del Movimiento Mundial de los Pueblos por la Madre Tierra y para reaccionar frente a los resultados de la Conferencia de Cambio Climático que se realizará a fines de año en Cancún, México.

jueves, 22 de abril de 2010

DÍA DE LA TIERRA - 40 aniversario

Este año se conmemora el 40° aniversario de la instauración de este día que nació promovido por el senador y activista ambiental Gaylord Nelson, para impulsar la creación de una agencia ambiental en los Estados Unidos (Environmental Protection Agency). Desde entonces el Día de la Tierra ha crecido en la cantidad de actividades que se realizan alrededor del mundo cada 22 de abril.
Una de las consecuencias de ese movimiento fue la Cumbre de Estocolmo en 1972. Veinte años después se llevó a cabo la Cumbre de Río a la que asistieron por primera vez en la historia más de 160 mandatarios a debatir sobre cómo seguir creciendo de un modo sostenible para alcanzar una equidad económica con respecto a los países del primer mundo, sin comprometer a las generaciones futuras.
Pero veamos que ha pasado a lo largo de estos 40 años de modo muy sintético:

- (En 1962 Rachel Carson escribe Primavera Silenciosa, base del movimiento ambientalista mundial).
- En 1970 la población mundial ascendía a 3.500 millones de personas. En la actualidad somos 6.700 millones. De este total el 20% utiliza el 80% de los bienes naturales.
- En 1979 se produjo el accidente nuclear en Three Mile Island, Pensilvania, Estados Unidos de Norteamérica.
- En 1984 la explosión de una planta de la Union Carbide (subsidiaria de Dow Chemical) mató a 30.000 personas y dejó 500.000 heridos en Bhopal, India.
- En 1986 se produjo la explosión del reactor nuclear de Chernobyl en la ex U.R.S.S. (actual Ucrania) y el incendio se extendió por 10 días. La nube radiactiva en pocas semanas dio la vuelta al mundo. Un estudio de la O.N.U. en 2005 reveló que por lo menos 4.000 personas morirán por diferentes tipos de cáncer a causa de la radiación del accidente.
- En 1989 se produjo el accidente del Exxon Valdéz en las costas de Alaska, provocando un desastre ambiental donde se derramó tanto petróleo que aún hoy se lo puede encontrar entre las rocas.
- En 1991 Saddam Hussein bombardeó los pozos petroleros de Kuwait ocasionando un verdadero infierno sobre la tierra, se generó una densa nube de humo tóxico, emisión de toneladas de CO2 a la atmósfera y el Golfo Pérsico fue contaminado con miles de metros cúbicos de petróleo provocando daños irreparables a ese ecosistema.
- En 1998 Monsanto reparte sus primeras semillas de soja transgénica a habitantes de Bhopal.
- En 1999 se produjo el derrame de petróleo en la ribera de Magdalena, Provincia de Buenos Aires, a causa de la colisión del petrolero “Estrella Pampeana” (de la empresa Shell) que llevaba 30.000 toneladas con una embarcación portacontenedores. La mancha terminó sobre una zona declarada Área Natural Protegida.
- En 2004 se produjo el primer huracán en América del Sur (en Santa Catarina, Brasil), dejando al descubierto el aumento de la temperatura del océano a causa del calentamiento global.
- En 2004 un estudio de la Ecological Society of America recomendó más precaución para liberar en el ambiente organismos genéticamente modificados (O.G.M.s), esto como consecuencia de la gran cantidad cultivos manipulados como por ejemplo la soja.
- En 2005 frente a las costas de Galicia se produjo el derrame del Prestige, provocando gravísimas consecuencias al ecosistema y a la economía del lugar.
- En 2006 el huracán Katrina causó la inundación de Nueva Orleáns y fue el llamado de atención más fuerte para EE.UU. sobre su aporte principal en la emisión de gases de efecto invernadero, causantes del calentamiento global.

Esta apretada síntesis vale para demostrar que la Tierra aún resiste nuestras agresiones pero estamos forzando cada vez más su capacidad de resistencia, la cual en definitiva es la que sostiene nuestra existencia en el mundo.
No debemos olvidar que nuestra especie es sólo una más en la gigantesca trama que forma la biodiversidad. Hoy día no podemos llegar a cuantificar los daños a futuro provocados por la extinción de miles de especies a lo largo de estos últimos 300 años, pero sabemos que el ritmo de extinción es 25.000 veces mayor que el natural; lo cual nos pone frente a la 6° extinción que a diferencia de las otras 5 esta es causada por 1 una única especie. Así y todo en el mundo se ha catalogado oficialmente a 1.750.000 especies y se estima que existen unas 100 millones.
Si bien en los últimos 2 años se han producido catalogaciones de especies nuevas para la ciencia en sitios lejanos, aún no hemos explorado la vastedad de nuestro planeta, pero por otro lado se siguen invirtiendo millones en la búsqueda de vida en el espacio, aunque no se puede negar que nuestra existencia es consecuencia directa del Big Bang y los sucesos posteriores.
La pérdida de biodiversidad a causa de la extinción masiva lleva al empobrecimiento genético de las comunidades de las cuales nuestra especie se vale para proveerse alimento, medicinas, fibras, colorantes, etc. Valga como ejemplo el uso y mejoramiento de una especie de maíz, el cual conlleva una reserva limitada de material genético que la hará susceptible del ataque de nuevos predadores. Por tal motivo será necesario cruzarla nuevamente con especies silvestres para mejorar su resistencia.
Sin dudas la pérdida de biodiversidad está íntimamente relacionada con el explosivo crecimiento poblacional y la demanda cada vez mayor de productos provenientes directa o indirectamente de la naturaleza. Tengamos presente que anualmente se suman 83 millones de personas, las cuales deben alimentarse y beber agua potable (cada vez más escasa) como base fundamental para su subsistencia. A esto adicionemos que los países en vías de desarrollo intentan llegar a un nivel de consumo semejante al de los países del primer mundo con la consecuente aceleración de extracción de bienes naturales. Por tal motivo a medida que crece la población y aumentan nuestros deseos consumistas, seguimos exigiéndole a la civilización más de todo aquello que deseamos, haciendo oídos sordos a los gritos de un ecosistema agotado. El problema del crecimiento descontrolado puede encontrar una marcada desaceleración poniendo el énfasis en la educación de alfabetización, en la educación sexual y en la planificación familiar.
En definitiva este 22 de abril tengamos en cuenta las palabras del Jefe Seattle en respuesta al presidente de los EE.UU. Franklin Pierce:

¿Cómo pueden comprarse o venderse el cielo o la tierra? La idea nos resulta extraña. Si la frescura del aire y el centelleo del agua no nos pertenece, ¿cómo pueden comprarse? Cada parte de esta tierra es sagrada para mi pueblo. Cada aguja de pino resplandeciente, cada orilla arenosa, cada niebla en los oscuros bosques, cada pradera, cada insecto. Todos son sagrados en la memoria y la experiencia de mi pueblo…
Si os vendemos nuestra tierra, recordad que el aire es precioso para nosotros, que el aire comparte su espíritu con toda la vida que sustenta. El viento que dio a nuestro abuelo su primer aliento también recibió su último suspiro. El viento le da a nuestros hijos el espíritu de la vida. Así que si os vendemos nuestra tierra debéis mantenerla aislada y sagrada, un lugar adonde un hombre pueda ir a saborear el viento endulzado por las flores de la pradera.
¿Le enseñaréis a vuestros hijos lo que nosotros les hemos enseñado a los nuestros, que la tierra es nuestra madre? Lo que le ocurre a la tierra le ocurre a todos los hijos de la tierra.
De esto estamos seguros: la tierra no le pertenece al hombre. Todas las cosas están conectadas como la sangre que nos une. El hombre no teje la red de la vida, no es más que una hebra de ésta. Lo que le haga a la red se lo hace a sí mismo.
De una cosa estamos seguros: nuestro Dios es también vuestro Dios. La tierra es preciosa para Él y dañarla es despreciar al Creador
”.

Señor lector, si usted llegó al final de este informe por el 40° aniversario del Día de la Tierra recuerde esto:

Cuanto más dependamos de los procesos tecnológicos para satisfaces nuestras necesidades, menos quedará de nuestro vínculo sensible con la Tierra”. (Al Gore, 1992)

Ahora en usted está la decisión de iniciar el cambio. Salga, disfrute del aire, de la naturaleza y recuerde darle siempre las gracias a nuestro creador… el Sol.

martes, 20 de abril de 2010

Nuestro C.O.A. "Taguató" cumple años

Nuestro Club de Observadores de Aves "Taguató" cumple el 27 de abril 2 años. Por tal motivo los invitamos a visitar su blog para más detalles: coataguato.blogspot.com

domingo, 18 de abril de 2010

MARCHA EN DEFENSA DEL RÍO EN VICENTE LÓPEZ

El próximo viernes 23 de abril a las 19:00 será la movilización en defensa de la ribera de Vicente López y en contra del Vial Costero en la Municipalidad de ese partido sito en Av. Maipú 2609, ya que éste ocasionaría:
- Intenso tránsito con la consecuente contaminación sonora y atmosférica
- Pérdida de espacios verdes públicos para beneficiar intereses privados
- Una inversión de $60 millones por parte del Estado Nacional para beneficiar emprendimientos inmobiliarios y comerciales con el dinero de todos los argentinos
- Un traslado de problemas de circulación de una zona a otra ubicada a 2000 metros sin solucionar nada; además de no conectar ni siquiera la Ciudad Autónoma de Buenos Aires con San Isidro
- La destrucción el único ámbito natural (ribera - río) de la región como espacio público desvirutuando la función de espacio para uso y goce del visitante
- Mayor probabilidad de accidentes de tránsito a causa de la velocidad a la que transitarían los vehículos.

¡¡¡LOS ESPERAMOS A TODOS PARA DEFENDER LO QUE NOS PERTENECE!!!

Para mayor información se pueden comunicar con la Agrupación Vecinos de Vicente López:
info.avvl@gmail.com
http://www.avvl.wordpress.com/
http://www.unidosporelrio-vl.blogspot.com/

domingo, 11 de abril de 2010

Visita a Velatropa


Nuestra agrupación a través de su C.O.A. "Taguató" procedió el día 28 de febrero a la entrega de material bibliográfico y una Guía de Aves de Buenos Aires, todo esto donado gentilmente por Aves Argentinas., a la Eco Aldea "Velatropa" ubicada en Ciudad Universitaria. El objetivo de esto es por un lado incrementar la biblioteca de Velatropa y por el otro brindarles una herramienta para disfrutar de la observación de las aves de la reserva de Costanera Norte, así como material de consulta para aquellos estudiantes que realizan trabajos en ese lugar.

jueves, 25 de marzo de 2010